Colorato, vivace, sempre in movimento.
In questa foto che andiamo a pubblicare, invece, Minor immortala un colibrì in controluce, stranamente immobile, appoggiato ad un ramo mentre osserva ciò che lo circonda.
Ecco a voi la terza foto.
El Colibrí esquivo
“Desentendido de mi presencia, lo perseguí por 4 días, desde que llegué me familiaricé con sus sonidos al acercarse, no obstante su rapidez me superó a cada instante.
Tengo cuadros con su cola, con su pico, con su cuerpo entero difuso y alimentándose fuera de foco.
Recién llegué logré tomarlo, pero olvidé configurar mi equipo para que no quedara movido, de manera que eché a perder esas oportunidades irrepetibles en mi vida y en la de él.
Al final, minutos antes de irme de la casa que guardó mi existencia por aquellos momentos, con las maletas hechas y las puertas cerradas, se posó a la distancia, como esperando que yo me fuera. Pero cumplí mi meta de formas distintas, disparé a lo lejos, porque sabía donde estaba aguardando, y resulta que lo capturé de una manera espontánea, con su arrogancia contemplativa, con una silueta inconfundible y un bokeh que me permitió centrar la vista y admirar su porte. Al fin se vino conmigo más lindo de lo que yo lo había imaginado.
Así son las cosas bellas de mi tierra, venimos con una idea, y encontramos la belleza de una forma inesperada, pero incluso más fascinante.”
